15 noviembre 2010

Contra la militarización y la violencia de Estado

Posted on 16:11 by ComunidadENTS

El día viernes veintinueve de octubre del año en curso, en el marco del “Foro internacional contra la militarización y la violencia. Por una cultura diferente” a realizarse en el Instituto de Investigación de Ciencias Biomédicas de la Universidad Autónoma de Ciudad Juárez, se realizó la Onceava Kaminata contra la Muerte en la que participaron estudiantes de la UACJ, organizaciones sociales y ciudadanos, inaugurando así dicho foro.

Esta caminata pacífica fue agredida por balas de agentes de la policía federal, dejando como saldo a un estudiante de diecinueve años de la carrera de sociología de la UACJ herido de bala. Este estudiante de nombre José Darío Álvarez Orrantia fue impactado por la espalda al interior de la universidad, produciendo exposición de vísceras, siendo hospitalizado e intervenido quirúrgicamente en varias ocasiones y reportándose su estado de salud como grave.

Ante esto pronunciamos lo siguiente:

La supuesta guerra contra el narcotráfico que falsamente ha emprendido el gobierno federal, ha servido de pretexto, para acaparar el negocio de la droga fortaleciendo a grupos afines a su política. En este contexto se han desplegado las fuerzas militares cuyo número asciende a 94,540 efectivos además de fuerzas paramilitares, policiacas y grupos especializados de inteligencia a lo largo y ancho del país, dejando como saldo miles de ciudadanos inocentes muertos, jóvenes en su mayoría, a los que el Estado ha llamado “víctimas colaterales desagradablemente necesarias”; siendo las ciudades y comunidades fronterizas las más afectadas dejándolas en un permanente estado de sitio.

Esta militarización cumple una doble función. Por un lado consolidar el mercado de la droga y el tráfico de armas dinamizando así la economía de Estados Unidos de Norteamérica. Y por el otro generando paranoia y terror en la población, justificando de esta manera la presencia de elementos armados oficiales y extraoficiales, criminalizando toda actividad social que no esté contemplada o se oponga a su política. Ejemplo de esto son los atentados contra observadores y defensores de derechos humanos, comunidades indígenas, estudiantes, trabajadores, sindicatos, luchadores sociales y reporteros.

Esta guerra afecta directamente las libertades y las garantías de los jóvenes mexicanos. La limitada educación impartida por el Estado generó durante muchos años la idea falsa del progreso y la posibilidad de ascenso en el estatus social, ilusión que se ha ido desvaneciendo enfrentando a la juventud a un mundo sin futuro. El desempleo y el subempleo arrojan a aproximadamente quinientas mil personas a las organizaciones del narco, de las cuales al menos ochenta mil son jóvenes y menores de edad. Estas organizaciones se presentan como una posibilidad “real” de sustento económico, que comparado con las miserables condiciones del empleo formal aparenta ser una salida.

La desaparición de los contratos colectivos de trabajo, la extinción de sindicatos y agrupaciones obreras y campesinas, el aumento de la jornada laboral sin retribución alguna, contrataciones eventuales, salarios que decrecen sin corresponder al incremento en el costo de vida; todas estas condiciones dan como resultado el desmantelamiento sistemático de la seguridad social y con ello la cruel decisión de incorporarse a las filas de la delincuencia organizada, en especial del narcotráfico, con la plena conciencia de poder perder no solo la libertad sino la vida.

Frente a esta atroz realidad los estudiantes de Ciudad Juárez y del resto del país hemos denunciado en todo momento la política gubernamental y empresarial que ha generado este clima de pobreza y violencia contra los sectores históricamente marginados. Debido a esta denuncia que no es exclusiva de los estudiantes, somos objeto de la represión del Estado.

Lo sucedido a nuestro compañero José Darío así como los ciento ocho asesinatos políticos, cuatro mil desapariciones forzadas y los veintitrés mil civiles ejecutados extrajudicialmente tan solo en lo que va de este sexenio, es una muestra inequívoca de quién es el blanco en esta guerra.

Por todo lo anterior exigimos:

Retiro inmediato del ejército en las calles.

Desaparición de la policía federal.

No al proyecto de policía única.

No a la criminalización de la juventud y de la protesta social.

Respeto a la autonomía de las universidades.

Cese a la guerra del gobierno federal contra la población.

Esclarecimiento inmediato del atentado contra nuestro compañero José Darío y castigo a los responsables.

¡Ni un muerto más a manos de la policía o el ejército!

¡Nos toc@n a uno nos tocan a tod@s!

¡Todo nuestro apoyo y solidaridad para José Darío Álvarez Orrantia, sus familiares y los estudiantes de ciudad Juárez!

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Comité de Redacción de la Asamblea Estudiantil del 5 de Noviembre en Ciudad Universitaria, Auditorio Che Guevara.

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